Vitamina D3 y K2

El Dúo Indispensable para Tu Salud Inmune y Cardiovascular
¿Alguna vez escuchaste que tomar vitamina D es bueno para los huesos y el sistema inmune? ¡Es cierto! Pero hay algo que pocas personas saben:Hacerlo podría traer más problemas que beneficios, especialmente si la consumes por largos períodos sin su compañera ideal: la vitamina K2.
La vitamina D3 no es solo una vitamina, ¡es una hormona poderosa!

Sí, aunque le llamamos «vitamina», en realidad la vitamina D3 es una hormona secosteroide que influye en una cascada de procesos dentro del cuerpo. Uno de los más importantes es su rol en el sistema inmune: fortalece las defensas naturales y modula las respuestas inflamatorias, algo fundamental en tiempos donde los virus y la artritis están a la orden del día.
De hecho, casi todas las células del sistema inmunológico (como linfocitos, macrófagos y células dendríticas) tienen receptores para esta hormona. Ellas pueden transformar la vitamina D3 que consumimos en su forma activa, el calcitriol, que funciona como un verdadero «director de orquesta» para equilibrar nuestras defensas.
¿Cuál es el problema de tomarla sola?

Cuando tomamos vitamina D3 sin K2, el cuerpo absorbe más calcio, lo cual suena bien… pero ese calcio puede no ir a donde debería (como los huesos) y terminar acumulándose en las arterias, riñones o tejidos blandos. Esto puede generar calcificaciones peligrosas, como arterias rígidas, lo que aumenta el riesgo cardiovascular.
Exacto! Podrías estar fortaleciendo tus huesos mientras, sin saberlo, calcificas tus arterias.
Entonces, ¿qué hace la vitamina K2?

La vitamina K2 actúa como el GPS del calcio. Le dice a ese calcio extra dónde tiene que ir: a tus huesos y dientes, no a tus arterias. Es esencial para activar proteínas como la osteocalcina (que fija el calcio en el hueso) y la MGP (que evita que el calcio se deposite en arterias.)
¿Para qué sirve la MGP?

MGP significa Matrix Gla Protein (Proteína Gla de la matriz). Es una proteína dependiente de la vitamina K2 que se encuentra en los tejidos blandos, como las arterias y los cartílagos.
¿Para qué sirve la MGP? Su función principal es evitar que el calcio se deposite en lugares donde no debería estar, especialmente en las arterias. O sea, previene la calcificación vascular, que es cuando el calcio se acumula en las paredes arteriales y puede endurecerlas, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿Y qué tiene que ver la vitamina K2 con todo esto?
La MGP necesita ser activada para funcionar correctamente, y eso solo ocurre cuando hay suficiente vitamina K2. Sin K2, la MGP queda «inactiva» y no puede evitar que el calcio se acumule en las arterias.
En resumen:
● Vitamina K2 = activa la MGP
● MGP activa = protege tus arterias del calcio no deseado
● MGP inactiva (por falta de K2) = mayor riesgo de arteriosclerosis
Así que cuando decimos que la K2 es como el GPS del calcio, es porque le indica exactamente a dónde ir (huesos y dientes) y de dónde mantenerse alejado (arterias y tejidos blandos).
¿Y qué dice la ciencia?

Los estudios son contundentes la vitamina D3:
● Potencia la inmunidad innata (tu primera línea de defensa).
● Reduce inflamaciones peligrosas, como las que se ven en infecciones respiratorias graves (como el síndrome de distrés respiratorio agudo o ARDS).
● Las personas con niveles óptimos (entre 60 y 90 ng/dL) tienen menor riesgo de infecciones severas, mientras que niveles bajos (15-30 ng/dL o menos) están asociados a más enfermedades respiratorias y crónicas.
● La suplementación con 10,000 UI de D3 junto con K2 (y consumidas con alimentos grasos para mejor absorción) puede reducir el riesgo de infecciones respiratorias en más del 70%.
¿Quiénes deben prestar especial atención?

● Personas mayores que no se exponen al sol.
● Personas que no consumen alimentos ricos en vitamina D o K2 (como hígado, yema de huevo o manteca.)
● Aquellos con enfermedades autoinmunes, respiratorias o con riesgo cardiovascular.
Recomendación práctica

●Si decides suplementarte, hazlo con conciencia:
● Vitamina D3 + K2 siempre juntas.
● Idealmente en cápsulas blandas con aceite MCT o grasa natural.
● Consulta a un profesional para ajustar la dosis a tu caso particular, aunque 10,000 UI diarias suele ser una dosis segura en adultos bajo supervisión.
● Hazte un análisis de sangre al menos cada 6 meses para conocer tus niveles de vitamina D.
Conclusión:

La vitamina D3 puede ser una aliada poderosa para tu sistema inmune, tus huesos y tu longevidad… pero solo si viene acompañada de la vitamina K2. En medicina biológica, lo natural es mirar el todo, no solo una pieza del rompecabezas. Así que antes de tomar suplementos por tu cuenta, asegúrate de hacerlo de forma inteligente y segura.
Recuerda: el verdadero poder está en conocer cómo funciona tu cuerpo y nutrirlo con conciencia.
Reflexión

● ¿Estoy informándome adecuadamente sobre los suplementos que consumo?
● ¿Cuándo fue la última vez que revisé mis niveles de vitamina D en sangre?
● ¿Estoy esperando a enfermarme para prestarle atención a mis nutrientes?
● ¿Estoy expuesto (a) diariamente al sol o tengo un estilo de vida que me aleja de mi fuente natural de vitamina D?
● ¿Mis hábitos favorecen o limitan mi salud?
● ¿Tengo hábitos o enfermedades que podrían aumentar mi riesgo de deficiencia de vitamina D y calcificación arterial?
● ¿Estoy viendo mi salud desde un enfoque preventivo o solo reactivo?
● ¿Estoy dispuesto/ (a) a aprender cómo nutrirme con consciencia y tomar decisiones informadas para fortalecer mi inmunidad y longevidad?
● ¿Estoy comprometido/a con mi bienestar a largo plazo?
Referencia Bibliográfica

● Schurgers, L. J., Teunissen, K. J., Hamulyák, K., Knapen, M. H., Vik, H., & Vermeer, C. (2007). Vitamin K–containing dietary supplements: comparison of synthetic vitamin K1 and natto-derived menaquinone-7. Blood, 109(8), 3279–3283. Esta investigación demuestra cómo la vitamina K2 activa proteínas dependientes de vitamina K que evitan la calcificación vascular.
● Theuwissen, E., Smit, E., & Vermeer, C. (2012). The role of vitamin K in soft-tissue calcification. Advances in Nutrition, 3(2), 166–173. Revisión científica que explica el papel de la K2 en la prevención de calcificaciones arteriales, incluso cuando se suplementa con vitamina D.
● Martineau, A. R., et al. (2017). Vitamin D supplementation to prevent acute respiratory tract infections: systematic review and meta-analysis of individual participant data. BMJ, 356, i6583. Meta-análisis que demuestra que la vitamina D reduce el riesgo de infecciones respiratorias, especialmente en personas con deficiencia.
● Prietl, B., Treiber, G., Pieber, T. R., & Amrein, K. (2013). Vitamin D and immune function. Nutrients, 5(7), 2502–2521. Artículo clave que analiza cómo la vitamina D modula el sistema inmune e influye sobre enfermedades autoinmunes e inflamatorias.
● Kohlmeier, M. (2015). Nutrient Metabolism: Structures, Functions, and Genes (2nd ed.). Academic Press. Este texto de referencia detalla cómo la vitamina D y la K2 trabajan en conjunto en la homeostasis del calcio y salud ósea/cardiovascular.
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