La ciencia respalda la importancia de un sistema inmunológico fuerte. Si quieres protegerte eficazmente contra este virus, que la Organización Mundial de la Salud declaró el miércoles 14 de agosto del 2024 como una emergencia mundial, es fundamental nutrir adecuadamente tu sistema inmunológico.

La viruela del mono, también conocida como Mpox, es una enfermedad viral que afecta principalmente a los seres humanos. Es similar a la viruela humana, pero suele ser menos grave. La enfermedad se transmite a través del contacto cercano con una persona infectada, ya sea por tocar sus lesiones en la piel, a través de gotitas respiratorias, o al compartir objetos contaminados.

Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, y erupciones en la piel que se convierten en ampollas. Aunque la mayoría de las personas se recuperan en pocas semanas, en algunos casos, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados, la enfermedad puede ser más grave.

La mejor forma de prevenir el contagio es nutrir intensamente el sistema inmunológico (vitaminas y minerales) y reducir el consumo excesivo de alimentos altos en carbohidratos y azúcares

Otras medidas que pueden contribuir incluyen evitar el contacto cercano con personas infectadas, mantener una buena higiene, y seguir las recomendaciones de salud pública.

Aunque no existe un tratamiento específico para la viruela del mono, fortalecer el sistema inmunológico y cuidar adecuadamente la salud pueden ayudar a reducir los síntomas y mejorar la recuperación.

●Vitamina C

●Vitamina D3 K2

●Zinc

●Selenio

La vitamina C aumenta la producción de interferón y mejora la actividad de las células inmunologías como los neutrófilos y macrófagos, que son fundamentales para detectar y eliminar células cancerosas, bacterias, virus y otros cuerpos extraños. Puedes consumirla en forma de ácido ascórbico (pura en polvo). Es importante ajustar la dosis según tu tolerancia digestiva:

●Primer día: 1 gramo por la mañana, 1 gramo por la tarde, 1 gramo por la noche.

●Segundo día: 2 gramos por la mañana, 2 gramos por la tarde, 2 gramos por la noche.

●Tercer día: 3 gramos por la mañana, 3 gramos por la tarde, 3 gramos por la noche.

●Continúa aumentando la dosis diariamente hasta que experimentes una deposición líquida leve. Luego, reduce la dosis a la dosis del dia anterior, donde no tuviste este síntoma. Esta será tu dosis ideal.

Tu intestino absorberá la cantidad de vitamina C que necesites, según la deficiencia o demanda de tus células. El exceso será eliminado. de forma natural

Tomar 10,000 UI de vitamina D es equivalente a la cantidad que obtendrías al exponerte al sol desnudo. Es crucial tomarla en su forma correcta, que es la vitamina D3, siempre acompañada de K2.

Nota: Para una mejor absorción, consúmela junto con una cucharada de aceite de coco virgen extra, aceite de oliva virgen extra, o con una comida rica en grasas animales.

Tus niveles sanguíneos de vitamina D deberían estar entre 60 y 90 ng/mL. Por arriba de 40 ng/dL es un buen nivel, pero lo óptimo es llegar a los 90 ng/dL y más si ya eres un adulto mayor.

El zinc es un mineral esencial para una respuesta inmunológica efectiva. Cuando los niveles de zinc están bajos, disminuye la cantidad de células T y se afectan funciones críticas de los leucocitos para la respuesta inmunitaria. La dosis recomendada es de 50 mg. Se recomienda tomarla con la comida.

El selenio, al igual que el zinc, es un mineral clave para el sistema inmunológico. Una deficiencia en selenio puede debilitar la respuesta inmune. Tomar 100 mcg de selenio al día favorece la capacidad del organismo para combatir microorganismos capaces de producir enfermedades. Lo puedes tomar junto con zinc.

●Carr, A. C., & Maggini, S. (2017). Vitamin C and Immune Function. Nutrients, 9(11), 1211. DOI: 10.3390/nu9111211

●Holick, M. F. (2007). Vitamin D Deficiency. The New England Journal of Medicine, 357(3), 266-281. DOI: 10.1056/NEJMra070553.

●Prasad, A. S. (2008). Zinc in human health: effect of zinc on immune cells. Molecular Medicine, 14(5-6), 353-357. DOI: 10.2119/2008-00033.Prasad.

●Rayman, M. P. (2000). The importance of selenium to human health. The Lancet, 356(9225), 233-241. DOI: 10.1016/S0140-6736(00)02490-9.

●¿Estoy proporcionando a mi cuerpo los nutrientes esenciales como vitamina C, D, zinc, selenio y magnesio para fortalecer mi sistema inmune?

●¿Cómo puedo mejorar mis hábitos alimenticios para asegurarme de que mi sistema inmunológico esté preparado para enfrentar cualquier amenaza viral?

●¿Estoy dedicando suficiente tiempo a la exposición solar segura para mantener niveles óptimos de vitamina D?

●¿Estoy manejando adecuadamente el estrés en mi vida, sabiendo que el estrés crónico puede debilitar mi respuesta inmunológica?

●¿Estoy siendo constante con la suplementación adecuada según mis necesidades individuales?

●¿Estoy durmiendo lo suficiente y manteniendo una buena calidad de sueño para permitir que mi cuerpo recupere y refuerce su sistema inmune?

●¿Estoy evitando hábitos que pueden comprometer mi sistema inmune, como el consumo excesivo de alcohol, tabaco o alimentos ultra-procesados?

●¿Cómo puedo integrar prácticas de ejercicio moderado y regular en mi rutina diaria para apoyar la función inmune?

●¿Estoy informado y preparado para implementar medidas preventivas naturales antes de que el virus llegue a mi comunidad?

●¿He consultado con un profesional de la salud para personalizar mi estrategia de prevención y cuidado inmunológico?

●¿Estoy creando un entorno en mi hogar y mi vida que favorezca la salud y la resiliencia de mi sistema inmunológico?

Estas acciones simples y económicas pueden protegerte a ti y a tu familia. Recuerda que estas sustancias son componentes naturales de tu cuerpo; no son fármacos, sino vitaminas y minerales esenciales para la vida.

Consulta con un profesional de la salud para implementar esta estrategia preventiva contra el nuevo virus que se avecina.