La vitamina C juega un papel crucial en nuestro cuerpo debido a sus propiedades únicas que ayudan en la formación del colágeno y en el equilibrio de sustancias oxidantes y antioxidantes. Además, contribuye al buen funcionamiento de enzimas específicas que participan en procesos como la desmetilación de las histonas y la adaptación a condiciones de baja oxigenación (hipoxia). Esto significa que la vitamina C, tiene un impacto en la regulación de la actividad genética y en la protección de las células cuando hay falta relativa de oxígeno.

El ácido L-ascórbico, también conocido como L-ascorbato, es una molécula que contiene 6 átomos de carbono, clasificada como una hexosa.
Algunos animales tienen la capacidad de formar vitamina C a partir de la glucosa mediante una enzima llamada L-gulono-lactona oxidasa 1,4.

La mayoría de los mamíferos pueden producir su propia vitamina C, pero algunos primates, murciélagos, cobayos y los seres humanos no podemos debido a un error innato en ell metabolismo llamado Anascorbemia Congénita. Es por este error que dependemos de los alimentos y la suplementación para obtenerla.

La vitamina C desempeña un papel crucial en la activación de numerosas enzimas distribuidas por todo el cuerpo humano. Por lo tanto, la ingesta de vitamina C a través de la alimentación y la suplementación es vital para mantener una buena salud.

El Ascorbato actúa como un antioxidante que combate los radicales libres al transformarlos en compuestos menos inestables y reactivos.

lgunas personas tienen problemas genéticos en los recepteros SVCT de vitamina C lo que dificultan que su cuerpo absorba esta vitamina correctamente, aumentando el riesgo de cáncer, enfermedad cardiovascular, escorbuto y otras enfermedades.

Además el exceso de azúcar en la sangre puede resultar en la eliminación de glucosa y vitamina C a través de los riñones, lo que puede conducir a una disminución de esta vitamina en el cuerpo.

En resumen: el daño genético a los receptores más la eliminación de la vitamina C por orina son 2 factores que amenazan severamente a la salud del individuo.

Es importante la suplementación consistente de vitamina C por encima de la dosis diaria recomendada y una nutrición baja en carbohidratos para poder garantizar un aporte saludable a nuestras células.

La forma biológicamente activa de la vitamina C es el ácido ascórbico, un compuesto con propiedades farmacológicas importantes al funcionar como agente reductor (que cede electrones) en varias reacciones químicas. Por ejemplo, en la cadena respiratoria, influye en el citocromo A y C (proteína que participa en la respiración celular para la producción de energía).

Una de las funciones principales del ácido ascórbico es su papel en la síntesis de colágeno, esto se debe a que participa en la hidroxilación de la prolina y la lisina, lo que es fundamental para su creación. El colagéno es vital para mantener el tejido conectivo, y favorecer la cicatrización adecuada de heridas.

Colabora en la remodelación de tejidos dañados como los vasos sanguíneos y en la renovación de la matriz ósea, lo que facilita la formación de huesos.

La vitamina C también es esencial para diversas funciones biológicas, como la degradación la tirosina, la formación de epinefrina y la producción de ácidos biliares digestivos.

En situaciones de estrés, se necesitan grandes cantidades de vitamina C en la corteza de las glándulas suprarrenales para la producción de hormonas.

Cuando la glándula suprarrenal recibe un estimulo fuerte de las hormona del estrés (adreno-corticotropa) se produce una profunda caida de vitamina C en la glándula; es decir que en situaciones estresantes el cuerpo pierde grandes cantidades de vitamina C.

Es esencial considerar que muchas personas experimentan una deficiencia crónica de vitamina C en la sangre, lo que se conoce como escorbuto subclínico. Esto suele estar asociado con el estrés crónico de la vida moderna, ya que el cuerpo demanda más vitamina C durante períodos de estrés. Sumado a esto, el exceso de glucosa en sangre puede provocar la eliminación de glucosa y vitamina C a través de la orina, además del posible daño a los receptores SVCT. Todo esto nos lleva a un balance negativo creciente de ascorbato.

La vitamina C desempeña funciones vitales en el organismo humano y es fundamental para mantener la salud y el bienestar en general. Por lo tanto, es crucial garantizar una ingesta óptima de esta vitamina, especialmente durante períodos de estrés prolongado y en presencia de una dieta alta en carbohidratos.

La mayoría de la población presenta niveles groseramente bajos de vitamina C, lo que puede llevar al desarrollo de Escorbuto, una enfermedad carencial, caracterizada por la debilidad del tejido conectivo debido a la falta de colágeno.

Esto puede manifestarse en síntomas como hematomas cutáneos, encías inflamadas, dientes flojos, fatiga extrema, piel áspera y escamosa, pelo seco y quebradizo, piernas hinchadas, osteoporosis, cicatrización deficiente de heridas y anemia.

Sin ácido ascórbico, no se produce colágeno. Esta proteína es esencial para la salud de la piel, los huesos y los vasos sanguíneos, ya que actúa como el cemento celular que nos mantiene firmes y evita que nos desmoronemos como un castillo de arena.

La vitamina C es fácilmente absorbida en el intestino, por lo que la principal causa de deficiencia de colagéno es una dieta pobre en alimentos que la contienen.

Los requerimientos de vitamina C pueden variar enormemente entre individuos y pueden aumentar considerablemente en situaciones de estrés, aunque aún no se comprende completamente cómo el estrés agota rápidamente los depósitos de vitamina C en las glándulas suprarrenales.

La insuficiencia crónica de vitamina C se ha asociado con el envejecimiento y diversas enfermedades degenerativas, como ateroesclerosis, cáncer, hipertensión, diabetes, trastornos vasculares, cataratas y alergias.

Desde un punto de vista molecular, el ácido ascórbico es capaz de desempeñar múltiples roles biológicos debido a su estructura química única. Puede actuar como antioxidante, previniendo o retrasando el daño celular, e influir en la expresión génica, lo que puede tener implicaciones en la prevención de la proliferación celular y el desarrollo de enfermedades como el cáncer.

Además, el ácido ascórbico puede ejercer acción germicida (destruir microorganismos patógenos) debido a su capacidad antioxidante.

La vitamina C desempeña un papel esencial en múltiples funciones biológicas y su deficiencia puede tener graves consecuencias para la salud. Es importante mantener una ingesta adecuada de esta vitamina mediante una nutrición de alto valor biológico, libre de carbohidratos, y una óptima suplementación.

El antagonismo glucosa-ascorbato es un fenómeno en el que los altos niveles de glucosa en la sangre impactan el transporte de vitamina C a las células.

ste efecto se produce porque el exceso de glucosa obstruye los transportadores de vitamina C, como el SVCT (vinculado al sodio) y el GLUT (transportadores de glucosa).

stos transportadores son esenciales para llevar el ascorbato (la forma activa de la vitamina C) al interior de varios tipos de células en el organismo, incluyendo las células inmunitarias, los fibroblastos, los hepatocitos, las neuronas y las células gliales.

Normalmente, las células requieren un suministro constante de vitamina C. No obstante, en presencia de altos niveles de glucosa, la vitamina C no puede llegar de manera efectiva a estas células, ya que se ve interrumpido el proceso de transporte.

Este inconveniente se agrava debido a la presencia constante de hiperglucemia, que ocurre cuando los niveles de azúcar en la sangre superan el umbral de reabsorción renal.

En los túbulos renales, los receptores de reabsorción de glucosa vinculados al sodio son responsables de recuperar la glucosa. Sin embargo, cuando la concentración de glucosa en la sangre excede cierto límite, los receptores se sobrecargan y se produce la glucosuria, es decir, la eliminación de glucosa en la orina.

El riñón no puede diferenciar entre la glucosa y el ascorbato ya que ambas tienen una estructura molecular de 6 carbonos, por lo tanto, elimina la glucosa como el ascorbato, lo que empeora la deficiencia de vitamina C en el organismo.

Este fenómeno se conoce como la hipótesis de revalsamiento glucídico, que es una consecuencia de la hiperglucemia sostenida.

Los investigadores Linus Pauling e Irvin Stone descubrieron un fenómeno crucial: la importancia de la suplementación de vitamina C en dosis significativamente superiores a las recomendaciones habituales.

Recomendar solamente 90 mg de vitamina C al día para todas las personas, sin tener en cuenta su peso, edad o nivel de estrés biológico, se considera insuficiente e incluso absurdo en comparación con las necesidades reales del cuerpo.

Tanto para humanos, primates, murciélagos y cobayos que padecen del defecto metabólico de Anascorbemia Congénita, es necesario un equivalente de 100 mg/kilogramo al día. Esta cantidad es esencial para mantener la salud celular y la eficacia del sistema inmunológico.

El aumento de enfermedades como las cardiovasculares, cáncer y necrosis diabética en las sociedades industrializadas se relaciona con altos niveles de glucosa en sangre, conocida como hiperglucemia, definida como un promedio de glucosa en sangre mayor o igual a 99 mg/dL, con una desviación estándar igual o mayor a 11 mg/dL.

Además de la hiper-glucosis existe una marcada deficiencia de vitaminas en la población moderna. Esta situación, de hiper-glucosis crónica más la carencia de vitaminas, aumenta el riesgo de padecer enfermedades degenerativas.

El antagonismo glucosa-ascorbato juega un papel crucial en este proceso, y permite predecir la probabilidad de enfermedad en individuos con hiperglucemia y otros factores de riesgo.

La restricción de glucosa y la suplementación adecuada de vitamina C se presentan como estrategias clave para reducir este riesgo y promover la salud a largo plazo.

En este sentido, se sugiere un aporte diario consistente entre 16 a 10 g de vitamina C diarios, junto con una reducción significativa en la ingesta de carbohidratos, como una medida preventiva eficaz contra enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.

El índice terapéutico (IT) del ácido ascórbico es una medida que compara la dosis letal media (LD50) con la dosis terapéutica media (DT50) de esta sustancia.

En el caso del ácido ascórbico, su LD50 reportada es de 11,900 mg por kilogramo de peso corporal, mientras que la DT50 se sitúa alrededor de 10,000 mg.

Esto significa que, para un individuo de 80 kg de peso, la dosis letal media sería de aproximadamente 1,011,500 mg, lo que es imposible de ingerir.

El hecho de que el índice terapéutico del ácido ascórbico sea de tres dígitos lo posiciona como una de las sustancias más seguras disponibles.

Esto se debe a que la diferencia entre la dosis terapéutica y la dosis letal es considerable, lo que indica un margen de seguridad amplio.

l ácido ascórbico es conocido por su capacidad para combatir una amplia variedad de bacterias, virus, toxinas y células cancerosas dependientes de glucosa.

Además, fortalece el sistema inmunológico y el tejido conectivo, ayudando a mitigar el estrés biológico y psicológico.

especto a los rumores sobre la formación de cálculos renales debido al ácido ascórbico, no hay evidencia científica sólida que respalde esta afirmación. Esto sugiere que el ácido ascórbico es una opción segura y beneficiosa para la salud.

Además, hay evidencia que respalda un efecto terapéutico del ácido ascórbico en la destrucción de cálculos renales ya existentes, especialmente cuando se administran suplementos regulares de vitamina C.

En resumen, en un período de 20 años, no se ha reportado ningún caso de daño causado por la vitamina C cuando se administra de manera adecuada y siguiendo los protocolos apropiados. Esto respalda aún más la seguridad y eficacia del ácido ascórbico como terapia complementaria en diversas condiciones médicas.

Olmedo JM, Yiannias JA, Windgassen EB, Gornet MK. Scurvy: a disease almost forgotten. Int J Dermatol. 2006 Aug;45(8):909-13. doi: 10.1111/j.1365-4632.2006.02844.x. PMID: 16911372.
-Libro Medicina Biológica. Protocolos Terapéuticos para la Corrección Molecular del Medio Interno. Ernesto Prieto Gratacos
-Principia Metabólica. Fundamentos Científicos y Clínicos para una Terapia Metabólica del Cáncer.
-Libro Sexo Drogas y Longevidad. Ernesto Prieto Gratacos.
-Linus Pauling Rebuts New Mayo Study on Vitamina C